El PEN dictó el Decreto 765, publicado el 28.08.24, vulnerando el derecho del intérprete por la vía de modificar arbitrariamente la reglamentación de la Ley de Propiedad Intelectual (11723), pretendiendo habilitar a establecimientos hoteleros a aprovecharse de la música sin pagar, conculcando así la garantía constitucional de propiedad. Asestó de ese modo un tremendo golpe a la cultura, anunciado ya en enero con la naufragada Ley de Bases.

Además, intenta poner en crisis la gestión colectiva apuntando a que cada artista quede librado a su propia suerte.

AADI hará, tal como su historia lo demuestra, todo lo que esté a su alcance para impedir la consagración de semejantes violaciones a la Constitución Nacional y las leyes, en defensa de los intérpretes musicales.